12 de julio de 2017

20 de julio de 2016

21 de julio

A veces me siento tan impersonal que es como si fuera una tábula rasa que dedica a mirar pasar la vida de la gente desde su rincón. Aunque lo suelo imaginar más como un pequeño cuarto con una cerradura oxidada, a través de la que entra algo de luz y por la que puedo ver, al acercar el ojo, a todo el mundo divertirse y sentir algo en general. Y de vez en cuando alguna de esas personas se acerca y hace como que quiere abrir, pero resulta que la puerta está cerrada; la puerta está cerrada y solo se puede abrir desde dentro. Y se supone que debería tener la llave al lado mío, pero no está, y fuera tampoco; y aquella persona que se había parado a esperar termina por desesperarse y se aleja, no sin una cierta timidez y una expresión de dolor fingido, como si quisiera disimular su marcha o aparentar que también le duele y que somos ambos los que sufrimos.

11 de agosto de 2015

Finalmente entiendo lo que es un fantasma. Es verte entrar por la puerta, con una sonrisa en el rostro y la misma ropa que llevabas la última vez que te vi, y a la vez saber que es posible que no vuelva a verte nunca.

20 de febrero de 2015

Qué me pasa.

Me pasas tú.
Que me sobrepasas.
Que cada vez que veo la luz al final del túnel, apareces para recordarme la sensación de que te fuiste.
Que sé que te has ido, pero no quiero pensar en ello, ni en ti. No.

No más.

Quiero ser fuerte. 
Quiero no necesitarte. Pero entonces vuelves, apareces para recordarme cómo era cuando estabas, para recordarme cómo fue cuando te fuiste. 
Y quiero ser incapaz de recordarlo. 

Vete, al fin y al cabo ya lo has hecho.

¿Ilusiones? Cada vez menos.

8 de diciembre de 2014

Texto 11: 10.12.18.

Llámame idiota, estúpido, gilipollas, imbécil, pero después dame un beso y dime que me quieres… Que sin ti, las estrellas ya no brillan de la misma forma; que sin tus ‘buenas noches cariño’ ya no duermo igual que antes; que tus ‘te quiero’ eran más cálidos y reconfortantes que sentarte alrededor del fuego de la chimenea en invierno, y a su lado los demás parecen glaciares.

1 de noviembre de 2014

Texto 10: Joan Fuster

No sé si m’estimaves: t’estimava, i això era tot, i això era prou, i els dies obraven per a mi racons tendríssims.
T’estimava amb les hores i amb el somni, i et cantava, i passaves, i abril queia, i et sabia ma carn meravellada.
Sí, t’estimava lentament i sorda. Com s’estimen les coses marcescibles. Com s’aprèn l’idioma de l’absència.

6 de agosto de 2014

Texto 9: Te quiero.

¿Por qué poner nombre a los sentimientos? ¿Cómo expresar, en tan solo la palabra, el millón y uno de matices que puedes encontrar dentro?
Insuficiente, inútilmente.
Además, por qué decir "te quiero" cuando se expresa mil veces mejor con un "muero por estar a tu lado". Por qué decir "te amo" pudiendo expresarlo con un "no podría estar con nadie mejor que contigo".
Porque, seamos sinceros, los "te quiero" ya no son lo que eran. La gente los suelta como arroz a las palomas, y el significado tan especial que algún día pudieron tener hoy yace medio desvanecido.
Así que, en fin, luchemos por un mundo sin palabras vacías y con significados sinceros.